Ayer despedimos a mi suegro, un anciano ya enfermo, que por circunstancias del destino vivió mucho tiempo con nosotros, al principio nos dió mucha guerra, es verdad, nos costó a todos adaptarnos con nuestras diferentes costumbres y en parte cambiaron muchas cosas que en mi matrimonio casi reciente nunca imaginé me pasarían, mi suegro, definitivamente era un hombre que a pesar de su avanzada edad y pequeña estatura conservaba un carácter fuerte y obstinado, más bien necio diría yo, jajaja! ay era todo un personaje! pero a la vez era un hombre muy simple y con un admirable sentido del humor,que lo acompañó casi podría decirse hasta el final y que fué su fuerza para seguir adelante. ya luego su cabecita no era del todo lúcida propio quizas de la edad. pero, asi, ayer realmente sentí que me despedí de él, había pensado que ya todo estaba concluido, que ya todo volvería a la normalidad en mi vida, que ya estaba todo tragado y digerido, pero creo que con la muerte nada nunca está dicho. Adios suegro, haz reir en donde Dios quiera que estés....
